El gran clásico: Romance de los Tres Reinos
“El imperio, largo tiempo dividido, debe unirse; largo tiempo unido, debe dividirse. Así fue” – primeras líneas del Romance de los Tres Reinos
Introducción
Estamos a principios del siglo III y la antes gloriosa Dinastía Han está en su crepúsculo. Aquellos que apuntan a ser los próximos regentes de China han llevado al imperio al borde de la guerra. Los eunucos de la corte conspiran, los líderes caen y los grandes héroes nacen en un combate épico. El pueblo de China anhela la paz y se pregunta qué será de sus vidas mientras la guerra arrasa la tierra. La dinastía parece haber perdido su “mandato del Cielo”, ¿y ahora qué?
Este es el telón de fondo del clásico literario Romance de los Tres Reinos, uno de los cuatro grandes pilares de la literatura china (Viaje al Oeste, Bandidos del pantano y Sueño en el pabellón rojo son los otros). Su autor, Luo Guanzhong, lo escribió en el siglo XIV y se inspiró en la historia y en el folklore para crear un colorido relato que presenta los asuntos políticos y sociales de la época.
Es más, se lo considera una guía sobre estrategia militar y se lo ha comparado con El arte de la guerra, de Sun Tzu. En sus páginas, los lectores conocen a decenas de personajes icónicos de la historia china y presencian batallas de toda escala. Los Tres Reinos forma parte del núcleo de la identidad cultural china y, especialmente, del concepto de yi –el pegamento esencial que une a una sociedad armoniosa.
La danza de 2015 de Shen Yun Capturar flechas con botes de paja cuenta una de las brillantes estratagemas que se usaron en esta saga histórica.
Tres Reinos en guerra
Cuando los señores y los generales se reúnen para disputarse la supremacía, pronto emergen tres grandes líderes. Sus nombres son Liu Bei, Cao Cao y Sun Quan. Estos son hombres de carácter, coraje y astucia formidables, y cada uno de ellos quiere cumplir sus ambiciones. Cada uno es rey de su propio reino –Shu, Wei y Wu, respectivamente– y cada uno aspira a unir el imperio, reuniendo “todo bajo el Cielo”, como dicen.
Con la ayuda de las mentes más brillantes y los corazones más valientes del momento, estos tres llegan al poder y comienzan una competencia épica por el futuro de China.
El Reino de Shu
Liu Bei, Zhang Fei y Guan Yu.
Ilustración de Jinxie Zhong (金协中)
El caudillo Liu Bei es el fundador del Reino de Shu. Su argumento para sentarse en el trono imperial era que él era un descendiente de los reyes de Han y por lo tanto, al menos podría mantener el legado, si no la dinastía.
Liu es retratado como el contendiente más legítimo y merecedor. Tiene una mente elevada y un corazón bondadoso, pero carece de los recursos y del poderío de sus rivales. Pero su carácter noble es como un imán que atrae a algunos de los héroes más inolvidables de la novela –estrategas increíbles y guerreros casi infalibles. Juntos logran establecer su propio Estado.
La alianza de estos héroes comienza en una de las escenas más conocidas de los Tres Reinos: “Juramento en el Jardín de Melocotones”. Liu Bei y los guerreros Zhang Fei y Guan Yu se convierten en hermanos de sangre:
“No pedimos haber nacido el mismo día”, juran, “pero pedimos morir juntos el mismo año, el mismo mes y el mismo día”.
El vínculo entre los tres es un tema fuerte que atraviesa toda la historia. Luego, la influencia de Liu Bei aumenta rápidamente cuando obtiene la ayuda de Zhuge Liang, un sabio daoísta y estratega experto. Algunas de las historias más fantásticas de los Tres Reinos, como “Capturar flechas con botes de paja”, se deben a las hazañas de Zhuge.
El Reino de Wei
En los Tres Reinos, el ambicioso general Cao Cao (se pronuncia ‘tsao tsao’) es el rival confabulador de Liu Bei. Este es un ejemplo de diálogo entre él y su leal cocinero:
Cao Cao: Necesito que me prestes algo. Cocinero leal: Claro, ¿qué cosa? Cao Cao: Tu cabeza. Cocinero leal: ¿Qué? Cao Cao: No te preocupes, me aseguraré de que tu familia esté bien cuidada.
Cao Cao tiene un enorme ejército y la lealtad de buena parte del reino. También es un talentoso poeta cuyas obras siguen teniendo un impacto importante en el estilo de la poesía china.
Para más información sobre Cao Cao, lee nuestro blog “Cuatro grandes Cabras de la historia china”.
El Reino de Wu
Mientras, el clan Sun controla la mayor parte del sur de China. A los 18 años de edad, después del asesinato de su hermano mayor, Sun Quan asume el poder. Durante la decisiva “Batalla del acantilado rojo”, Sun Quan se alía con Liu Bei para evitar que los ejércitos de Cao Cao avancen por el Río Yangtze.
Pero su alianza no dura mucho, y los tres reinos siguieron determinando y disputándose el futuro de China, conocida como el Reino Central. Pero en esta fascinante historia llena de triunfo y sacrificio, cada episodio vuelve al principio de yi.
El significado de Yi
El carácter chino Yi, 義, está compuesto de 羊 (oveja) arriba y我 (yo) abajo. En la cultura china, las ovejas son símbolo de prosperidad debido a su naturaleza buena y obediente. El ideograma “yo” 我 se originó en la antigua escritura del oráculo de hueso, donde representa una herramienta para luchar con un diente filoso. Juntos, el carácter Yi 義 literalmente significa “soy una oveja”. Simbólicamente, sugiere sacrificarse en nombre de la justicia.
El título en chino de la novela, San Guo Yan Yi (三國演義), también puede traducirse como “Los Tres Reinos representan Yi”. La traducción más exacta de Yi (que se pronuncia “ii”) sería “rectitud” o “deber”. Sin embargo, el concepto es más amplio y abarca el honor, la benevolencia, la lealtad, el altruismo y la hermandad.
Yi explica las relaciones virtuosas entre reyes y súbditos, padres e hijos, esposos y esposas, y entre hermanos y amigos. En la sociedad tradicional china, era una regla general que sin importar lo que pasara, uno debía mantener el yi.
Quizás la máxima encarnación de yi se vea en el personaje del General Guan Yu. También conocido como Guan Gong, las generaciones posteriores construyeron templos en su memoria y lo veneraron como el “Dios de la Guerra”. En una oportunidad, aceptó batirse a duelo con un feroz adversario. Alguien le sirvió un tazón de vino caliente para la buena suerte, pero Guan Yu no quiso beberlo y dijo que volvería en un instante. Pocos minutos después, regresó con la cabeza de su adversario antes de que el vino se hubiera enfriado.
Y sin embargo, además de su barba pelirroja, fue su espíritu indomable de yi el que lo vuelve memorable. Frente a una probable derrota, el guerrero que supo ser imbatible pronunció estas líneas inmortales:
Si los muros de la ciudad caen, significa la muerte, eso es todo. El jade puede quebrarse, pero no puedes cambiar su blancura. El bambú puede quemarse, pero sus uniones no pueden ser destruidas. El cuerpo puede perecer, pero el nombre vivirá para la posteridad.
A fin de proteger a la familia de su señor Liu Bei, una vez Guan Yu se dejó capturar por su despiadado enemigo, Cao Cao. Cao Cao, que admiraba hacía mucho a Guan Yu por sus habilidades como guerrero, trató de persuadirlo con oro, títulos y preciados caballos para que se le uniera. Un hombre más débil habría sucumbido, pero Guan Yu aprovechó la primera oportunidad para escapar. Superó grandes peligros y heridas para que la familia de su hermano de sangre pudiera reencontrarse con él.
Pero tampoco olvidó la generosidad que Cao Cao había tenido con él, a pesar de ser un enemigo. Años después, Cao Cao fue derrotado en la “Batalla del acantilado rojo” y huía por su vida con lo que quedaba de su diezmado ejército. Guan Yu fue enviado a terminar con él e interceptó a Cao Cao en un estrecho paso de montaña. Ante el poderoso Guan Yu, el sucio y exhausto Cao Cao no tenía oportunidad. Pero Guan Yu lo dejó ir.
Guan Yu, dividido, había elegido enfrentar la ejecución por desobedecer una orden en vez de matar a su anterior benefactor y así traicionar al yi. Por supuesto, Guan Yu no fue ejecutado porque resulta que el estratega Zhuge Liang lo había enviado específicamente a matar a Cao Cao precisamente porque sabía que Guan Yu no lo haría. El estrega así lo hizo porque sabía que China todavía necesitaba a Cao Cao para mantener un equilibrio entre tres reinos iguales, pero esa es otra historia.
Por otro lado, el vilipendiado Cao Cao es un ejemplo de líder con un mal sentido del yi. Es conocido por la frase: “Prefiero traicionar al mundo antes que permitir que le mundo me traicione”. Su filosofía personal se manifiesta en una escena en la que Cao Cao es perseguido y consigue refugio con el hermano de sangre de su padre. Cuando su amigo sale para hacer un recado, Cao Cao escucha que los sirvientes están afilando cuchillos y debatiendo sobre un asesinato. A Cao Cao le surge la paranoia y asesina a toda la familia. Luego descubre que sólo se estaban preparando para sacrificar a un cerdo para su gran cena de bienvenida. Cuando regresa su viejo amigo, el amo de la casa, Cao Cao se da cuenta que tendrá que pagar por lo cometido. Entonces utiliza el truco de “quién está detrás de ti” y apuñala a su anfitrión.
La historia sigue vigente
Con protagonistas que brillan de yi y antagonistas que carecen terriblemente de yi, los Tres Reinos, al igual que Guan Yu, dejan una lección muy importante para la posteridad. No sólo ha tenido un profundo impacto sobre la cultura y la sociedad chinas, sino que la novela también ofrece un vistazo a un mundo antiguo lleno de coraje moral y rectitud, con el pegamento de yi que lo une todo.
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El autor de los Tres Reinos, Luo Guanzhong, creía que el destino de cada nación está escrito en las estrellas y que los humanos tienen una capacidad muy limitada para afectar el gran flujo de la historia. Sin embargo, también creía que si las personas somos rectas y virtuosas, seremos capaces de lograr grandes cosas, traer gloria para nosotros y nuestras familias, y dejar un brillante legado que trascienda el tiempo.
10 de mayo de 2015