En una época, China era conocida como “la tierra de lo divino”. Esto reflejaba la creencia de que su gloriosa cultura había sido transmitida desde lo más alto. La gente buscaba la armonía entre el Cielo, la Tierra y la humanidad, y dejaba que las cosas siguieran su curso natural. Pero en 1949, el Partido Comunista Chino tomó el poder. Consideró que esta herencia espiritual era una amenaza ideológica a su poder y durante las décadas siguientes intentó destruir estas tradiciones. Y casi lo logra.
Fue entonces que en 2006, un grupo de artistas chinos se reunieron en Nueva York con una misma misión: revivir la auténtica cultura china. Así formaron Shen Yun. Sin fines de lucro e independiente de cualquier gobierno, Shen Yun ha recuperado esta cultura del borde de la extinción.