Detrás de la partitura: Poetas del Pabellón de la Orquídea
Recorriendo las montañas del sur de China, no lejos de la pintoresca ciudad costera de Hangzhou, nuestra atención se concentra en los sonidos del antiguo gu qin. Esta cítara de siete cuerdas era la favorita de los intelectuales de la antigua China, que la veneraban por sus tonos humildes y expresivos a la vez.
Estos sonidos se destacan en la composición original de Shen Yun “Poetas del Pabellón de las Orquídeas”, presentada durante la gira de conciertos de la Orquesta Sinfónica. La música, escrita originalmente para una coreografía de danza, fue adaptada para una sinfónica y para estimular la imaginación sin danza ni vestuario, creando así una experiencia cautivante.
Música para los intelectuales
Como danza, Poetas del Pabellón de la Orquídea expresa la belleza de la caligrafía y la poesía china, además de la fuerza y la incomparable eminencia de una mente creativa. En el año 353, un grupo de intelectuales se reúne en el Pabellón de las Orquídeas del Monte Huai para compartir una bebida y juegos. Se ponen a competir para determinar quién logra los versos más armónicos, y así el grupo crea algunas de las obras más celebradas de la literatura china.
Al explorar la música, uno puede percibir más que una fiesta poética con bebida, uno se sumerge en una celebración general de la reflexión intelectual. En particular, la sección del andante está repleta de sonidos que imitan al qin, una cítara antigua que se punteaba. Fue el ancestro de muchos instrumentos chinos que surgieron más tarde, y fue fundamental para el desarrollo de la música punteada en toda el Asia Oriental.
También llamado “el padre de la música”, el gu qin goza el estatus de instrumento de intelectuales, junto con la flauta de bambú vertical, o xiao. Estos antiguos instrumentos son maestros de la sutileza. Ninguno tiene un volumen alto. La música del gu qin es conocida por ser lenta, profunda y meditativa.
Debido a su naturaleza reservada, tratar de combinar el gu qin con un a orquesta sinfónica es inútil. Por eso, los compositores de Shen Yun adaptaron una técnica de la pipa y de las cuerdas más graves para imitar el glissando, la armonía y el estilo del vibrato del gu qin, y al mismo tiempo mantener la resonancia que requiere la sinfónica.
La música más personal e introspectiva de esta composición es un reflejo de la mente de los intelectuales. Poetas del Pabellón de la Orquídea rinde homenaje a lo que alguna vez significó ser un erudito en China.