Encuesta de Estrellas — ¿Pero qué cosa...?
Las cinco compañías de Shen Yun han estado de gira por el mundo por cinco meses. Aunque en cada ciudad presentamos el mismo espectáculo, nuestras aventuras afuera del teatro es otra historia completamente diferente. Y al viajar por unas 100 ciudades de todo el mundo, rara vez todo anda sobre ruedas. Pero aunque no siempre ande sobre ruedas, muchas veces es muy divertido.
Les pedimos a algunos de nuestros bailarines que compartan con nosotros algunos momentos divertidos que han tenido en sus recorridos por el ancho mundo. Esto es lo que nos dijeron.
Piotr Huang
Primer bailarín, Compañía de Nueva York de Shen Yun
Biografía
En Corea del Sur, durante un día libre, algunos fuimos a un restaurante con la idea de comer pollo frito coreano. Pero mis amigos no podían ni hablar ni leer coreano, y la moza no hablaba inglés. Y el menú no tenía fotos. Entonces mis amigos hicieron lo que haría cualquier bailarín: actuaron y bailaron para dar la idea de “pollo”. Entonces los ojos de la moza se iluminaron al poder entenderlos. Asintió con la cabeza, sonrió, fue para la cocina… y volvió con una bandeja de pasteles de arroz.
Danny Li
Primer bailarín,
Compañía de Nueva York de Shen Yun
Lo más gracioso que ocurre durante la gira en realidad es toda la atención que recibimos fuera del escenario. A veces, en un día libre, cuando estamos en un centro comercial, un museo o tan solo caminando por la calle, mucha gente se para y nos mira. No sabía que los bailarines de Shen Yun tuvieran un poder tan “hipnótico”.
Bueno, me imagino que no todos los días en, digamos, Roma, Auckland o Albuquerque, se ve un gran grupo de asiáticos caminando por la calle, todos parecidos. De todos modos, la próxima vez que te cruces con un grupo de jóvenes asiáticos esbeltos, todos vestidos con camisas blancas y trajes negros, es probable que seamos nosotros. No dudes en saludarnos.
Jaling Chen
Primera bailarina, Compañía Internacional de
Shen Yun
Biografía
Un día teníamos un día libre en Kyoto y quisimos tomar el bus para hacer el tour por la ciudad y visitar algunos lugares históricos. Pero nos subimos al autobús equivocado y tuvimos que bajarnos. Justo en ese momento, una de mis amigas vio el bus correcto pasando por ahí y comenzó a hacer señas al chofer, como si estuviéramos llamando a un taxi. Estaba tan compenetrada en detener el autobús que comenzó a correr detrás de él. Nosotras corrimos detrás de ella para evitar que detuviera el autobús, riendo muy fuerte. En conclusión: los autobuses no son taxis. Correr detrás de ellos no los hará detenerse, al menos no en Japón.
Melody Qin
Primera bailarina, Compañía de Nueva York de Shen Yun
Biografía
Esto no es exactamente gracioso, pero sí algo para nunca olvidar. Al comienzo de la gira pasada, teníamos que ir en autobús hasta la próxima ciudad en vísperas de Navidad. Nevaba mucho, lo que probablemente causó un accidente en el camino. Así que nuestro autobús estuvo atascado en la autopista durante unas 7-8 horas, ¡sin moverse ni un centímetro! ¡Estábamos por volvernos todos locos! Esa fue una de las vísperas de Navidad más inolvidables que tuvimos.
Xinghao Che
Bailarín, Compañía de Gira de Shen Yun
Durante una gira, estábamos en un parque silvestre de Australia y decidimos perseguir a un grupo de emúes. Después de un rato, los emúes comenzaron a perseguirnos a nosotros en grupos mucho más grandes y a una increíble velocidad. Creo que mordieron a varios de nosotros. Todos aprendimos nuestra lección.
Ese mismo año fue mi primera vez en Taiwán. En ese momento yo era el único bailarín no chino (soy coreano americano), pero la gente que no me conocía supuso que yo también era chino.
Una noche fuimos al mercado nocturno a probar alguna comida callejera. Todos en mi grupo parecían saber todo sobre todo. Excepto yo. Así que me decidí por una opción mucho más “segura”: McDonalds.
Supuse que alguien allí hablaría inglés, así que fui y traté de ordenar una doble Big Mac. No me tomó ni cinco segundos darme cuenta de que la mujer en la registradora no había entendido nada de lo que yo le había dicho en inglés, ni tampoco ninguna otra persona en el restaurante. Así que me armé de valentía y comencé a hablar en mi gracioso ‘chino de supervivencia’ para conseguir lo que quería. Por supuesto, eso tampoco sirvió porque la mujer tampoco pudo entender mi ‘chino’.
De repente, llegó la ayuda: nuestro fiable maestro de ceremonias (un hombre occidental que habla bien inglés y chino). Cuando comenzó a traducir para mí en medio de la multitud de gente que esperaba en la fila, comencé a escuchar risas y carcajadas de varias personas. Yo no me sentí avergonzado ni ofendido, pero fue toda una escena graciosa para los demás. Terminé comiendo un Sándwich de Pollo Picante al estilo de Shanghai que me alegró el día.
Y por supuesto, mi chino ahora está mucho mejor. Suficiente como para que quienes no me conocen digan: “¡Tu chino es bastante bueno para ser un CNA (chino nacido en América)!”
¿Qué te gustaría que le preguntemos a los
artistas en nuestra próxima Encuesta de Estrellas? ¡Déjanos un comentario para
saber! Además, no te los pierdas en Shen Yun 2018. Encuentra tu ciudad aquí.