¿Qué es el ciclo dinástico de China?
“Los que por largo tiempo han estado separados, se unirán; los que por largo tiempo han estado unidos, se separarán”.
Esta línea de la novela clásica china Romance de los Tres Reinos describe la naturaleza cambiante de las dinastías chinas, las cuales se alzan y caen en un patrón conocido como el ciclo dinástico.
Cuando los gobernantes de una dinastía dejan de preocuparse por el pueblo y nobles hambrientos de poder separan a los Estados, es momento de que un nuevo emperador tome el trono. Este gobernante será bendecido por el Mandato del Cielo –un derecho divino a gobernar que se le otorga a alguien de gran virtud. Con el Mandato, él es capaz de unir al imperio y establecer una nueva dinastía.
La nueva dinastía prospera con un gobernante virtuoso. Las cosechas son abundantes, las artes florecen y el pueblo vive en paz. Pero con el paso del tiempo, los gobernantes empiezan a ser corruptos, llevando al imperio a una decadencia política, económica y moral. Guerras, desastres naturales y epidemias surgen como advertencia. Si el emperador elige ignorar el peligro, su pueblo sufrirá y su imperio colapsará. Al final, el derecho celestial a gobernar es transmitido a la siguiente dinastía virtuosa, y el ciclo comienza de nuevo.
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