Dinastía Qin
Si quiere recordar todas la grandes dinastías que tuvo China, la dinastía Qin (221-206 a.C.) es un buen comienzo. La Qin unificó a China, reformó el sistema de gobierno, estandarizó el idioma y dejó el legado de la Gran Muralla y los Guerreros de Terracota. Fue también la dinastía más corta.
Más de 2.200 años atrás, siete naciones con ejércitos de proporciones míticas combatieron por la tierra conocida como el Reino Central. Cuando las nubes de polvo amarillo se asentaron, la nación Qin emergió victoriosa y puso fin al periodo de los Reinos Combatientes, creando la primera dinastía unificada de China.
Qin Shihuang, el primer emperador de la dinastía Qin, continuó la expansión del imperio en todas las direcciones y conquistó la región Baiyue al sur, a tribus al sudoeste y al pueblo Xiongnu al norte.
Pero el nuevo imperio necesitaba una nueva estructura. El emperador Qin Shihuang estableció un gobierno centralizado y reemplazó la anterior estructura feudal con una administración burocrática nacional. Estableció una serie de códigos legales y exámenes regularizados para el servicio público. También estandarizó la escritura china, la moneda nacional, las unidades de medida y hasta la longitud del eje de los carros.
Con la nación entera bajo su dominio, Qin tenía acceso directo a una poderosa mano de obra. La utilizó para construir una serie de caminos que facilitaron el tránsito público, el transporte militar y el trabajo burocrático a lo largo de su vasto imperio.
Pero tomó algunas medidas extremas. A fin de unificar el pensamiento del pueblo chino, implementó una política de quemar libros y sepultar a eruditos, y propagó la directriz de “tomar a los funcionarios como maestros”, todo lo cual luego fue sometido a escrutinio.
La Dinastía Qin también dejó dos símbolos eternos de la identidad nacional china. La Gran Muralla, que se construyó conectando murallas regionales anteriores y significó una tremenda proeza de ingeniería; y los Guerreros de Terracota, construidos en la colosal tumba de Qin Shihuang con el fin de salvaguardar el futuro de la dinastía.
Pero a pesar de los Guerreros de Terracota, la dinastía Qin fue la más corta en la historia china, solo duró 15 años. Cuando Qin Shihuang murió luego de gobernar por 12 años, el primer ministro Li Si y el jefe eunuco Zhao Gao reemplazaron al príncipe heredero por el hijo menor del emperador, Huhai, a quien consideraban más fácil de manipular. Sin el talento y la visión de su padre, Huhai fue un gobernante brutal y decadente. Luego de tres años en el poder, sus súbditos lo forzaron a suicidarse. La Dinastía Qin estaba acabada, Liu Bang tomó el poder, y así comenzó la siguiente dinastía que gobernaría a China: la Han.
16 de julio de 2011