Atuendo étnico mongol
Viajeros constantes y metódicos, los mongoles adaptaron su vestimenta al duro clima de los altiplanos. Siendo jinetes nómadas, sus ropas reflejan su amor por las praderas y los protegen de los elementos. Entre ellas son esenciales los sombreros ceñidos y los chalecos mullidos (khaantaz). Los pantalones se meten dentro de unas resistentes botas de cuero que tienen una curvatura en la punta para conservar el calor.
Tanto mujeres como hombres usan unas batas que llegan hasta las pantorrillas y son abotonadas a los costados. Estas batas, con sus mangas largas y anchas y cuellos altos, son una protección perfecta para climas fríos. Un cinturón haciendo juego es tanto funcional como estético; quien lo porta luce elegante y además tiene un importante sostén para la columna durante los largos viajes a caballo. Tanto en los dobladillos como en las aperturas de las mangas y en los cuellos, suelen incorporarse decoraciones con incrustaciones.
Cuando se trata de elegir colores, los hombres mongoles prefieren el azul y el marrón, y las mujeres eligen típicamente una paleta más amplia de rojos, rosas, verdes y azul cielo. Quizás como un reflejo de su carácter extrovertido, las mujeres mongol suelen elegir colores vivos y llamativos.
Los tocados son otra fuente de júbilo en el guardarropa de una dama mongol. Estos tocados varían según la edad de la mujer, la región y el estatus social. Muchos sombreros mongol lucen decoraciones personalizadas hechas de coral rojo, ágata o turquesa. Aunque obtener las piedras conlleva un arduo y costoso proceso, a las mujeres mongol les fascina coleccionarlas una por una hasta que sus tocados se vuelven aún mas elaborados y sean obras maestras vivientes.
22 de abril de 2011