El Rey Mono en la Montaña de Fuego
Uno de los episodios favoritos de la novela clásica china Viaje al Oeste es la parte del Rey Mono y la Princesa del Abanico de Hierro. Llena de humor y picardía, ha deleitado a generaciones de lectores y ha sido adaptada de muchas formas, incluyendo en un espectáculo de Shen Yun.
Acompañamos a nuestros héroes (el Rey Mono, el Cerdo Zhu, el Ogro Sha y el Monje Tang) en su viaje al Oeste a buscar las escrituras budistas y llevarlas a China. Ya cansados de tanto caminar, se dieron cuenta de que el suelo bajo sus pies (y garras y patas, según el caso) estaba cada vez más caliente. Cuando ya era insoportable seguir caminando, llegaron a la fuente del calor: una cordillera envuelta en llamas, que llenaban el cielo y ampollaban la tierra.
Las verdaderas Montañas de Fuego o en Llamas, cerca del límite norte del Desierto de Taklamakán, en la provincia de Xinjiang.
En las cercanías de la Montaña de Fuego no puede crecer nada, y claramente cruzarla no es una opción. La Deidad de la Tierra que vive en la zona sale y les informa a los viajeros que las llamas podrían extinguirse con la herramienta adecuada: el Abanico de Hierro. Este es el objeto más preciado de una princesa inmortal que vive en la exuberante y fresca Cueva del Plátano a cierta distancia. Con un par de movimientos, su abanico mágico podría apagar las llamas de la montaña para siempre.
El Rey Mono se despide rápidamente del grupo y sale en busca del abanico mágico. Ante un peregrinaje tan noble corriendo riesgo, ¿quién se negaría a prestarles algo, aunque fuera su posesión más preciada?
Pero resulta que la Princesa del Abanico de Hierro sí se negó. Todavía resentida por un encuentro anterior, recibe al Mono no muy entusiasmada y trata de engañarlo con un abanico falso. Furioso, el Mono le exige que le dé el abanico verdadero. Así que la princesa le hace caso. Saca su tesoro mágico y rápidamente le demuestra su poder –y el Rey Mono sale volando con un solo movimiento del abanico. Ella considera el asunto terminado.
Primer round: La Princesa del Abanico de Hierro saca volando al Rey Mono.
Tejido con hojas de palmera y poderes míticos, el Abanico de Hierro puede arrojar a los enemigos de la princesa a 80.000 leguas de distancia por el aire. Pero como el Mono también es bastante mágico y maravilloso, solo lo arroja unas 50.000 leguas por el aire. Enfadado, grita de frustración.
Pero por suerte para el Rey Mono, aterriza en una montaña donde vive una diosa conocida. La deidad saluda al Mono, y al escuchar el ruego de nuestro héroe, le regala una esfera mágica (la Píldora Fija-Vientos). Esta bola evitará que el abanico de la princesa lo saque volando ni un centímetro.
El Rey Mono agradece a la diosa y vuelve a la acción. Con una súper voltereta, vuela de vuelta a la Cueva de Plátanos y hace una gran entrada. Lo que comienza como un tenso y conversado empate, pronto se convierte en una pelea con todas las letras.
El Rey Mono se arranca unos pelos dorados de su cabeza, que se transforman en clones del mono que lo ayudan a luchar contra las secuaces de la princesa. La princesa se une a la pelea con dos espadas, pero pronto descubre su vulnerabilidad ante la vara dorada del Rey Mono y recurre a su Abanico de Hierro. Pero esta vez, sin importar cuánto agite el abanico, el Rey Mono está protegido por la esfera de la diosa y no se mueve. Agobiada, la princesa se rinde y entrega su tesoro.
Finalmente, el Rey Mono vuelve volando a su Maestro, el Monje Tang, y sus compañeros al pie de la Montaña de Fuego. Fiel a su reputación, unos pocos movimientos del sobrenatural abanico logran extinguir las enormes llamas. Nuestros héroes continúan su viaje sagrado hacia el Oeste, pero no sin antes regresar el tesoro a su dueña.
Y por su parte, la Princesa del Abanico de Hierro logra extinguir la ira de su corazón y se dedica a su propio camino de cultivación espiritual. Al final, ella también logra la iluminación.
La historia contada con danza en Shen Yun 2017 es una adaptación de este episodio de Viaje al Oeste en cuanto a duración, cantidad de personajes y el número de travesuras del Rey Mono.
23 de febrero de 2017