¡Marquen sus calendarios porque llega el año del Ratón!
Este Año Nuevo Chino les traemos una historia sobre travesuras y ratones.
El Año Nuevo Chino está a la vuelta de la esquina y este año la estrella de todas las festividades será… ¡el ratón!
Bueno, es cierto que este animal del zodíaco es casi unánimemente conocido como la rata y el Año de la Rata. Pero generalmente en chino hay muy poca distinción entre los dos animales –ambos son llamados shu– y, de todos modos, ¿el Año del Ratón no suena mucho mejor?
Tal vez se estén preguntando, ¿por qué se habla tanto sobre animales todos los años cuando llega enero o febrero? ¿Qué es tan importante sobre un pequeño ratón? No tan rápido, primero tenemos que sumergirnos en el folclore chino para darles la respuesta.
Todo comenzó hace mucho, allá por el comienzo de los tiempos. La gente no tenía cómo medir el tiempo. No sabían cuándo habían nacido, tampoco sabían qué edad tenían. Para resolver este dilema, el poderoso Emperador de Jade decidió designar 12 animales para simbolizar diferentes años. Pero… ¿qué animales serían merecedores de un lugar en el zodíaco?
Y así comenzó La Gran Carrera. El Emperador de Jade anunció que los primeros doce animales que cruzaran la línea de meta serían premiados con un lugar en el zodíaco chino. Al escuchar la noticia, todos los animales se emocionaron, preparándose para la gran carrera por delante.
Entre los inquietos animalitos estaban el Gato y el Ratón. En ese momento eran mejores amigos, prometieron mantenerse unidos y despertarse entre sí, en caso de quedarse dormidos, para no perderse la carrera.
El día de la carrera, se levantaron muy temprano, incluso antes de que el Gallo despertara a todos los demás. El Gato y el Ratón cruzaron juntos el terreno en silencio, aprovechando su ventaja.
En la última parte de la carrera, llegaron a un río de gran cauce y mucho caudal, la línea de meta estaba justo a la otra orilla. Con mucho miedo de nadar, el Gato preguntó “¿Entonces qué hacemos?”, el Ratón no tenía respuesta, pero continuó buscando soluciones. No iba a renunciar a esta oportunidad de llegar en primer lugar. De pronto, vio un Buey a la distancia, justo por entrar al agua.
“¡Sr. Buey!” chirrió el pequeño roedor. “¿Nos puede ayudar dándonos un aventón para cruzar el río?”.
Aunque era una carrera, el viejo Buey era demasiado bondadoso como para rehusarse. “Seguro”, contestó. “Súbanse a mi espalda y agárrense”.
Juntos, se abrieron paso firmemente a través de las torrentosas aguas. El Gato estaba cansado por haber viajado desde tan temprano, así que se acurrucó en silencio y se durmió. No obstante, el ratón aún estaba enfocado en la meta. Quería ganar. Si lograban atravesar el río, el Buey sería demasiado lento como para correr, pero el Gato...
El Ratón vio a su amigo dormitando. Con un rápido movimiento de sus pequeñas patas, empujó al felino al agua y corrió rápidamente hacia la oreja del Buey. “¿Escuchaste algo?”, preguntó el Buey. “No, no, no”, dijo el Ratón, “¡Nada de nada, Sr. Buey! Solo siga andando, ¡estamos llegando al final de la carrera! ¡Apresúrese!”. Ignorando las artimañas del roedor, el obediente Buey siguió adelante. Justo cuando llegaron a la orilla, el Ratón aprovechó la oportunidad, saltó desde la espalda del Buey y cruzó primero la línea de meta. El Buey marchó arduamente justo detrás de él.
Poco después, los siguieron el Tigre, el Conejo y el Dragón. El Caballo habría obtenido el sexto lugar, pero la Serpiente lo asustó, así que quedó después de esta. Luego llegaron la Cabra, el Mono y el Gallo, que cruzaron el río juntos en una balsa. Detrás de ellos llegó el Perro, que podría haber terminado antes, pero se quedó demasiado tiempo jugueteando en el agua. Y, finalmente, llegó el Cerdo, que estaba extremadamente cansado por el ejercicio.
Entonces, el Emperador de Jade anunció el orden del zodíaco –comenzando con el Ratón y terminando con el Cerdo, así se repetiría el ciclo. Pero tan pronto como terminó de leer la lista completa, el Gato se arrastró desde la orilla recuperando el aliento: “¡Siento haber llegado tarde! ¿Qué lugar me tocó?”.
El Emperador de Jade se rió y dijo “Décimo tercero”.
Todos los pelos del lomo del Gato se pusieron de punta. Furioso, el felino se abalanzó hacia el Ratón, sin poder creer que su mejor amigo lo había traicionado. El Gato y el Ratón son enemigos desde entonces.
Tal vez esto sea para mostrar que, como en las creencias budistas, todas las relaciones –sean de afecto o enemistad– tienen causas predestinadas detrás.
O quizás sea solo una historia sobre por qué los animales están en un orden determinado. O quizás nos enseñe que las ganancias a corto plazo fruto del exceso de competencia y la traición no valen la pena. Después de todo, el Año del Ratón ahora es el Año de la Rata y, por otro lado, los ratones han sufrido el terror infligido por los felinos durante siglos, dinastías, eones… ¿Quién sabe desde hace cuánto? Tendríamos que contar los interminables ciclos del zodíaco para saberlo con certeza.
*****¡Feliz Año Nuevo Chino, de parte de todos en Shen Yun Performing Arts!
Alison Chen
Bailarina principal de la Compañía Internacional de Shen Yun