Tesoros de Tokio
Mirar las fotos que tomé hace un par de semanas en Japón durante nuestras presentaciones, me trae a la memoria algunos bellos recuerdos. Varias cosas me han dejado sin habla. La atención que los japoneses ponen en los modos y la estética es extraordinaria. Desde la forma en que se arreglan por la mañana (muy ordenados y prolijos, al menos aquellos que valoran la tradición) hasta la manera en que preparan la comida y los detalles de la decoración, es una experiencia muy agradable.
Nuestro hotel nos dio la bienvenida con una adorable yukata (bata japonesa) plegada y una grulla de papel origami sobre la cama. Pequeños ramos de flores de seda se veían en todas partes –desde el interior de los autobuses hasta en las pequeñas tiendas.
El saludo completo y formal de “ohayo gozaimasu” (buen día) que nos ofreció una señora mayor al salir del elevador permanecerá en mi mente. “Buenos días”, “buenas noches”, “por favor” y “gracias”; así son simplemente las cosas. Siempre. Y no olvidaré la efusiva reverencia cuando entramos al hotel o el extraordinario y exuberante saludo del chofer del autobús cuando subimos por primera vez. El servicio es algo que los japoneses se toman muy en serio.
También fue muy divertido actuar para el público, ya que aplaudían cada vez que podían; los aplausos se hicieron sentir durante todo el espectáculo. (Encuentro que actuar para el público asiático es único porque hay aspectos de nuestro show que ellos aprecian de forma diferente al público occidental).
Para quienes aún no lo han visto, un show de Shen Yun está presentado por un hombre y una mujer que hablan en chino y en el idioma local del país en el que estemos. Así que tuvimos una refinada presentadora japonesa que vistió un hermoso kimono en el escenario. Algunos espectadores estaban vestidos con kimonos, y se veían muy pulcros.
Los kimonos son interesantes porque generalmente los tiene que poner alguien profesional, y una vez puestos, ¡no se lo puede sacar uno mismo sin perder todo el armado! Por lo tanto, eso significa no sentarse ni ir al baño durante todo el tiempo que se lo lleva puesto. Mmmm… el precio de la belleza. ¡Pero es hermoso!
En Corea, donde actuamos después, muchas cosas eran similares, como la reverencia y la amabilidad. Y para Taiwán es parecido, aunque en menor medida. Corea y Taiwán fueron dominados por Japón durante un tiempo, y esto en parte lo explicaría.
Pero quizás la verdadera razón es que estas tradiciones, como las artes y la vestimenta de estos países, vienen originalmente de China. Aunque es triste que, de algún modo, estas cosas se hayan preservado mejor afuera que dentro de China; pero con un régimen que una vez tuvo el objetivo explícito de destruir la cultura tradicional, supongo que no es una sorpresa. Quizás, a través de sus actuaciones, Shen Yun pueda ayudar a mantener viva aquella cultura ancestral. Y un día quizás, también llevarla de vuelta a China.
Emily Myers
Oboísta de la Orquesta de la Compañía de Nueva York de Shen Yun
13 de marzo de 2012